
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y está compuesta principalmente de agua, motivo por el cual necesita constante hidratación. Debido a su ubicación, Esta parte del cuerpo está expuesta a muchos elementos, principalmente e l sol, que suelen causarle daños, los cuales en ocasiones son irreversibles. Es por ello que debemos brindarle los cuidados necesarios para mantenerla sana.
La piel es la capa protectora de nuestro organismo, así como la capa que llevan los súper héroes, la piel evita que nuestros órganos sean dañados por golpes, rasgaduras y quemaduras. Existen pieles muy resistentes y otras que no lo son tanto, pero independientemente de su grado de resistencia, esta membrana necesita un tratamiento que garantice su vitalidad y elasticidad, para poder resistir todas las pruebas.
Una de las formas fáciles y económicas de cuidar este valioso órgano es aplicando fórmulas hechas a base de ingredientes naturales, los cuales casi siempre tenemos en el jardín y la nevera. En este artículo les vamos a enseñar cómo elaborar las mejores recetas y con menos de cinco elementos.
Índice
Recetas fáciles y económicas para el cuidado de nuestra piel
La piel de la cara y del pecho, son consideradas las más sensibles, principalmente porque están más expuestas al sol. A continuación les enseñaremos 10 fórmulas para hidratar esas zonas débiles de nuestra piel con ingredientes naturales y muy accesibles.
Infusión de salvia
Hervimos durante 5 minutos dos cucharadas de hojas de salvia en una taza de agua. Una vez reposada la infusión, remojamos un algodón y lo pasamos por el rostro, de esa manera removemos el maquillaje y además hidratamos la piel.
Mascarilla de yogurt
Tomamos en nuestras manos 15 gramos de yogurt natural y lo distribuimos por toda la cara, cuello y pecho. Lo dejamos actuar durante 10 minutos y luego lo retiramos con un algodón y agua a temperatura ambiente.
Mascarilla de banana
Pelamos y cortamos dos bananas y la procesamos en la licuadora junto con tres cucharadas de miel y media taza de leche fría. Luego la aplicamos sobre el rostro y dejamos reposar por 10 minutos. Retiramos con abundante agua.
Baño de leche con aceite de albaricoque
En una bañera con agua mezclamos una taza de leche (entera o descremada) y una cucharada de aceite de hueso de albaricoque. Luego nos sumergimos en el agua durante 20 a 30 minutos. Es ideal para pieles que se irritan con facilidad.
Ungüento de miel y aceite de albaricoque
Sustraemos el aceite de dos albaricoques, lo cual lograremos triturando las semillas. Reservamos el contenido en un frasco con 750 ml de miel durante un mes, transcurrido ese tiempo lo destapamos, colamos y podremos utilizar para aplicar sobre la piel todas las noches antes de dormir.
Mascarilla de avena y miel
En un bowl colocamos una cucharada de avena en hojuelas y le agregamos unas gotas de agua y miel. Mezclamos y esperamos que suelte su propia leche y esté lo suficientemente hidratada para convertirla en una pasta. Luego la aplicamos en la cara y dejamos actuar hasta que se seque. Luego la retiramos con abundante agua fresca.